lunes, 20 de junio de 2022

JUICIOS

 ¿Por qué lo primero que hacemos es juzgar? 

Porque es lo más fácil.

Vale tener presente a San Agustín y su idea de explorar la interioridad, algo que no tenemos incorporado en nuestra conducta habitual.

 ''DE AFUERA HACIA ADENTO Y DE ADENTRO HACIA ARRIBA''

 Teniendo en cuenta la afirmación anterior, se puede apreciar que siempre lo externo es más identificable para una persona, por eso siempre se juzga ''lo de afuera''.

'' CONÓCETE A TÍ MISMO Y CONOCERÁS A DIOS''

Se crea o no en Dios, la afirmación de Agustín nos da una forma de conducirnos en la vida. En estos tiempos de inmediatez y de superficialidad donde todo es efímero ni donde tampoco se busca el fondo de las cosas, Agustín nos dice que para conocer a Dios primero tenemos que conocernos, lo cual, para el Santo , es lo más difícil de practicar.

 Para juzgar lo externo, y cuando decimos externo, decimos otra persona, primero tenemos que viajar hacia nuestro interior, y una vez que nos (re)conocemos , podremos entender y conocer los motivos de las distintas actuaciones de la otredad. 

 ''EL JUICIO HACIA LA OTREDAD ES LA POSICIÓN MÀS FÁCIL, MÁS SIMPLE Y MÁS CÓMODA'' 


sábado, 19 de marzo de 2022

LA NOCHE ES DE LOS GRILLOS

 No sé de dónde viene la animadversión hacia la música de los grillos. Por suerte, por azar o incluso por voluntad de los grillos, en mi casa hay muchos y están distribuidos tanto en el interior como en el exterior, y cantan. Cantan mucho.

  Por alguna razón desconocida, el canto del grillo provoca impaciencia, estrés y enojo, al punto tal de buscar con cierto descontrol la ubicación precisa del grillo, fuente sonora de malestar, para matarlo y así, silenciarlo.

 Silencio que se manifiesta durante las horas de luz. Paradójicamente, los grillos relacionan, en contraste con el ser humano, la luz con el silencio. Nosotros, como seres humanos, relacionamos al silencio con la oscuridad de la noche.

  Quizás por eso, me atrevo a decir, que se busca silenciar a ese pobre insecto musical.

  Existe un choque natural, un choque de ánimas entre la noche silenciosa humana y la musical de los grillos.

  En esta lucha, el ser humano, con su tamaño, su potencia física y su desarrollada racionalidad, sigue siendo derrotado por el pequeño insecto infravalorado que, a pesar de su no-razón-desarrollada, utiliza sus recursos para seguir musicalizando las noches silenciosas.