SÁBADO DE CERVEZA Y SOLEDAD

La cerveza helada empaña el vidrio del jarroncito cervecero. Heineken, buena marca, buen sabor. Es de Holanda, donde fluyen las buenas cervezas. La gata blanca y negra duerme en el sillón ocupando la mitad del mismo. La otra mitad esta ocupada por remeras y camperas desordenadas. La TV está encendida, para hacer ruido. Hay una película, Hellboy, personaje de comics. Buena película, ya la ví. La semana estuvo complicada, no en lo laboral, o sí. El examen de capacitación del viernes lo tuvo muy nervioso, así qué indirectamente lo laboral estuvo complicado. O no. Es sábado a la noche , y la chica que le gusta no está , se fue a una reunión de trabajo a una localidad cercana. La conozco, muy fea es. La localidad eh, no se crean que hablo de la chica. Raro lo que pasa con esa chica. Le gusta, pero no se atreve a dar el paso que define si se puede dar algo serio o no. Hablando claro, un beso. No tiene oportunidad, pero tampoco está seguro. Sábado a la noche. Sigue Hellboy en la TV, la gata pasó del sillón a la mesa, que por cierto habría que limpiarla un poco, pero no ahora. Cualquier otro sábado saldría, le fascina salir, tomar, divertirse, pero hoy no puede. No hay dinero ni compañía. El jarrito de cerveza se va terminando al igual que estas palabras que no llegan ni a relato. Es un sábado distinto, de cerveza , TV y soledad. Nada más