La cotidianeidad se puede hacer literatura. Intento hacerlo. No prometo buen resultado.
jueves, 10 de noviembre de 2016
SOLO DOS LETRAS
A veces es necesario un Sí. Chiquito, tibio, casi casi escondido, pero sí al fin. No sabés lo frustrante que es dar todo y no recibir nada. O peor, recibir siempre un no. A todo. Es increible. Llega un momento que hasta produce gracia.
¿ Y sabés por qué? Por ir de frente, por ser sincero, por decirle que me gustaba mucho, que sonreía con solo verla, con solo ver su foto, con solo escuchar su voz, con ella entera. Y se lo dije, se lo dije. ¿ y sabés que recibí? Indiferencia, enojo, regalos. No es justo. Uno siempre está, uno busca la charla, la confianza, hacerla sentir bien, y nada. Como si no existiera. Si yo no escribo nada, no existo, no sabe lo que me pasa. En realidad si sabe, pero no le importa.
Y así pasan los días.
No sabés lo frustrante que es que nadie se interese, que nadie piense en vos y sonría, que pregunte como estás, pero bueno, es lo que me toca.
Estoy condenado a eso.
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