La cotidianeidad se puede hacer literatura. Intento hacerlo. No prometo buen resultado.
lunes, 19 de diciembre de 2016
INSTANTE
El cielo tiene 4 colores, yo lo ví, sé como verlo, sé donde ir y sobre todo donde mirar, porque si no mirás no ves.
Siempre nos enseñan que el cielo es celeste de día por los rayos del sol y negro de noche, salpicado por las miles de millones de estrellas, custodiadas todas por la luna que a veces se deja ver entera, y a veces se muestra por partes, dependiendo de su humor, pero no es el momento de pensar en eso.
Cuando comencé a escribir esto, dije que el cielo tiene 4 colores y cómo verlos. Puede que sea una información útil, o puede que sea una tontería, no lo sé, el tiempo lo dirá. Mas o menos a las 20 hs. , en primavera (aunque el clima sea veraniego) hay que subirse a un lugar relativamente alto (la altura es una cuestión subjetiva) Y mirar para el oeste. O más bien contemplar, porque la verdad esas imágenes se contemplan y se disfrutan.
El amarillo del sol, el naranja de sus últimos rayos, el celeste que busca esconderse y el negro que viene llegando convierten ese instante de transición entre el día y la noche en un momento para atesorar en lo más recóndito de nuestros recuerdos y conservarlo como un posible lugar donde retornar.
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