La cotidianeidad se puede hacer literatura. Intento hacerlo. No prometo buen resultado.
martes, 31 de julio de 2018
NACER
El limonero del patio de mi casa da limones todo el año. Dicen que se llama ``limonero de las 4 estaciones’’ pero mi ignorancia en la materia es gigante, por lo que decido confiar en los eruditos, por ejemplo mi abuela.
Nunca me senté a mirar la fruta que da ese árbol. Hasta hoy. Me di cuenta que soy un privilegiado porque tengo un milagro en el patio. Ese árbol soporta el calor agobiante del verano y los crudos fríos del invierno. Se mantiene ahí, firme, sin helarse ni secarse, sacando limones para que yo los corte y los use. Mi abuela me dijo que la planta madre se secó, pero tuvo un hijo que produce limones. Un milagro dentro de otro milagro.
Ahora estoy sentado en la mesa de mi casa escribiendo esto y pienso en el limonero. Lo pienso como la gente a la que visito.
Ellos están ahí, en su realidad, enfrentando los calores agobiantes , soportando los helados fríos del invierno, luchando contra esas circunstancias a las que fueron arrojados. Luchando contra la falta de trabajo, la falta de educación y sobre todo, contra la estigmatización social que sufren por parte de quienes se consideran superiores por el solo hecho de nacer en otro contexto.
Como si fuera culpa de ellos nacer donde nacieron. Como si fuera culpa de ellos el haber nacido …
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