martes, 12 de julio de 2016

Estampida invernal

19:58. 2 minutos para terminar la jornada laboral. El trabajo es interesante, lindo y cómodo, sobre todo a la tarde porque permanece la mayoría del tiempo en la oficina. ¿ Es el trabajo que quiere para toda su vida? En principio no, pero le tomó el gusto, y la verdad es que lo está pensando. Ademas, por las dudas, se está capacitando en el área para hacerlo mejor. Nunca se sabe. 20:00. Terminó la jornada, al fin. Apaga la PC y acomoda los papeles para la semana siguiente. Afuera ya es de noche y recuerda que tiene que comprar la comida y dentífrico. Se pone el saquito y la bufanda tricolor azul franca, azul y celeste, representativos de un candidato a quien votó y en quien confía. Saca la bicicleta, y lo embiste un frío penetrante. No hacía tanto frío. ¿ En que momento se vino el frío? Ya no sabe si está hablando del clima o de él mismo. No tiene guantes ni gorro. Podría caminar , pero decide pedalear para calentarse. Arranca, y enseguida se da cuenta que el trayecto hasta su casa es muy cortó, y su cuerpo no va a adaptarse al frío. Las manos se entumecen y la cara se congela. El trayecto se hace eterno, pero llega a su casa. No encuentra la llave. Las manos siguen frías. Decide golpear. Sabe que su hermano esta en la casa porque se vió con una chica. Siente los pasos en los escalones. Abre la puerta. Lo ve helado y lo ayuda con la bicicleta. Sube, y lo primero que hace es preparar el mate. Lo más parecido a un hogar. La próxima vez tendrá más cuidado.

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