lunes, 11 de julio de 2016

Soledad

Viernes feriado. Es viernes, si, pero con aroma a sábado. Despertarse y mirar la hora. El celular apoyado en la mesita de luz blanca dice que son 11.30 am. Hoy por hoy, el celular es más usado que los relojes para revisar la hora. 11.35 am, a levantarse. A lo lejos, Nitzcha, la gata, pide comida. Alimenta a la gata. Ir al baño, lavarse los dientes y la cara, volver a la pieza y vestirse. Hoy hay que comprar un pantalón. Bajar las escaleras con la bici recién comprada y comienza a pedalear. Llega al negocio de ropa. Lo atiende un joven, bastante mal. ''Es nuevo seguro''. No pasa nada. Ver el pantalón, lo mide y queda justo. Hay que comprarlo. Pedalear hasta la casa y subir la bici. Es mediodía, primera duda del día: ¿Desayunar o almorzar? Son mas de las 12, almorzar es lo mas sensato ¿ Para quien? Nadie ve. Malditas normas sociales. Hay fideos, hay crema y hay queso rallado, así que la decisión es rápida. Mientras se hacen, la televisión mata el tiempo. No hay nada. El canal de investigación policial es buena opción aunque todos los programas son iguales. Un muerto, investigación, culpable. Los policías siempre ganan. Almorzar. Los fideos se pegaron pero están sabrosos. Saciado. Hay que lavar los platos de hoy y los de la noche anterior. Listo. El canal sigue con sus programas de investigación. Los policías siguen ganando. Apagar la televisión ¿ Mates? Si. Calentar el agua en la pava y preparar el mate. Amargo, por supuesto. El agua está a punto. Primer mate, el más feo siempre. Estudiar, aunque falte mucho para el final. En algún momento hay que empezar. Así se pasa la tarde hasta la hora de la cena. Hablar solo con los pensamientos propios.

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