La cotidianeidad se puede hacer literatura. Intento hacerlo. No prometo buen resultado.
martes, 10 de enero de 2017
EL LAGO
Existe un lago en Hungría que dicen que tiene un pueblo fantasma. No se si lo han visto. Posiblemente. De hecho hay una imagen dando vueltas en internet. Si deciden buscarla , este texto ya no va a tener sentido. La desventaja de escribir en tiempos de modernidad virtual.
El tiempo es lo que parece haberse detenido en ese lago húngaro. No es muy grande, ni tiene agua cristalina ni tampoco posee animales que el común de la gente llama '' raros''. Es un lago común y corriente. No. No es común.
En el medio del agua hay una pequeña isla con un decenio de árboles que , tengo que confesar, desconozco. Árboles altos. Muy altos, con muchas ramas y muchas hojas, las cuales, recién comenzado el otoño tienen un color anaranjado, similar al del sol cuando se despierta, o cuando se está yendo a dormir. La verdad es que con eso la visita está completa, pero hay algo más.
La maravilla de ese lago y esa isla, lo misterioso de ese lugar radica en cuatro cabañitas de madera que tienen un tamaño muy pequeño. Es el tamaño perfecto para un hombre adulto.
Como está escrito anteriormente, la mejor época para visitar el lago es el otoño, al amanecer. El sol levanta el rocío de las frías noches de Europa del este para convertirlo en vapor, que luego será niebla. Ésta se levanta hasta tapar las altas copas de los árboles sin nombre dando al lugar un aspecto lúgubre, como todo lo que rodea a Europa del este.La verdad que es un cuadro en si mismo. En ese instante debería aparecer un lienzo enorme que inmortalice esa imagen para siempre, aunque hoy por hoy, si un fotógrafo tiene talento, convierte una fotografía en arte. Conozco una chica con ese don.
Esas cabañas son el pueblo fantasma, pero puedo asegurar que eso es falso de toda falsedad. Cuando uno ve esas cabañas en ese lago húngaro , ve a sus habitantes en la completa soledad, con sus familias quién sabe donde.
Imaginen el peso sobre esos fuertes hombros de pescador. hombres que se aventuraban a vivir una temprada lejos de todo, aislados, solos con su fuerza, su ropa, su bote y su cabaña. Imaginen los lazos que se han creado en el pueblo, en esa isla, en ese lago de Hungría.
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